Invite a las estrellas a acompañarme en mi andar desdentado
Algunas bajaron a la tierra y me sacaron a bailar
Y me deje
Y di pasos acertados,
y otras la pifie
Pero nunca deje de mirar al cielo
Porque alli se guarda nuestro esqueleto
Esqueleto danzarin
de penas, de olvidos
De aciertos y de arribos.
Y agradezco al rock, a la poesia y a la vida
Que patearon las piedras que en mi camino se interpusieron
Y nunca me olvido del mar ni de sus olas
Que me llevaron a naufragar por destinos inciertos
Y que cuando la suerte grela aparece
es una confirmación del destino para medir a los guerreros
Que no hay round más preciado que el que estamos batiendo
que las piñas que recibimos nos fortalecen mas de lo debido
Y las resacas de mañana son altares profeticos de lo que nuestra caja siente
A las madrugadas que me sacan de la cama les convido
un trago de mi ultima noche, un pucho del derroche.
A las barras donde deposito mi humanidad las consagro
por bancarme una noche más y hacerme lugar entre las copas
A los pingponeros de mis linuyas no los olvido
porque con ellos salgo a flote siempre que naufragueo
Y a quienes me metieron la cabeza bajo el agua solo les agradezco
por ellos aprendi a aguantar y a tocar fondo
para pegar la patada que me impulse con más fuerza.
No guardo resentimientos en los bolsillos.
Solo cigarros, mi cocodrilo anorexico y las llaves
de donde debo regresar siempre que puedo.
Y al corazon, bobo motor,
que me hace perseguirlo
hasta el ultimo rincon
Y que a veces duele y otras no.
A el le agradezco
Por llevarme con los ojos vendados
hasta el borde de mi pasion.
Soy poesía, soy canción
Soy particula en movimiento
de eso que algunos llaman amor.
domingo, 9 de septiembre de 2018
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