Ya no juego a las escondidas con mis sueños. Los pincho como estrellas en el cielo.
Me desvelo cuando bajan rojas asi como echando fuego.
Y cuando la noche es mas oscura y no hay luna, aprovecho su luz y de ellas me alimento.
Siempre fui ante las malas de poner el pecho a las balas.
Muchas veces fui traicionado, pero creame amigo, que pierde mas quien agarra el cuchillo por el lado equivocado.
Entierro dolores y pesares en campos minados a los que no volvere.
Me deje muchas veces de lado y olvide mis deseos que hoy son vela de este barco que ya ha zarpado, que con vientos huracanados, una vez.mas se inmola al destino.
Para decir adios y emprender un nuevo camino.
lunes, 2 de septiembre de 2019
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