Me encandilo y no muero si me das tu abrazo. Me despliego en mil aves y nunca toco el suelo. No duermo. No respiro. Si te siento pero no te miro. Tan sonriente que no me aguantan las persianas que refugian al bobo motor. No contemplo. No lo anhelo. Me voy al faro de mi vida a ver como llegan barcos de lejanias mascullantes y desembarcan ante nuestra grandeza de ser tierra. De ser luna. De ser estrella y planeta. De ser todo, pero todo lo que nos completa.
martes, 10 de abril de 2018
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