miércoles, 5 de diciembre de 2018

Nunca



Nunca me rendí en la antesala de un dolor

Siempre nadé y naufrague con mis cofrades a flor de piel.

Intenté armar rompecabezas en tormentas.

Y desdeñe mil veces mi mirada hueca, vacia.

La veleta se me fue muchas veces hacia el lado contrario.
Y mas engañado por el viento que por el gallo enlatado
me dirigí a lugares de mi alma donde no se atrevería ni el mismo diablo.
Y que hay algo que el coludo no sabe...
y es que cuando mas ardo en el infierno.
Mas inflamable me vuelvo.




La poesía te invade cuando estas sentado al piano o acodado en alguna barra de bar. No sabes porque ni como, pero esta ahi, relojeandote de lejos, esperando que te fijes en ella, un segundo. Que la mires, que la seduzcas, que le digas cosas lindas al oido... pero para cuando te avivas, ella ya te envolvio y te tiene ahi sortiligeando palabras frases de amor. Que se engullen con alcohol, que se atreven y que no se arrepienten nunca de no saber pedir perdon.

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