jueves, 14 de marzo de 2024

Ensayo “Qué puede aportar la poesía a la formación integral del ser humano”


“Qué puede aportar la poesía a la formación integral del ser humano”

Quiero aclarar antes de empezar que soy docente de primaria y que cuando doy poesía uso como disparador el hecho central de este ensayo. El Gol de Maradona a los ingleses.

El desafío está claro, la pregunta es   ¿Qué puede aportar la poesía a la formación integral del ser humano?

Tan sencilla como compleja se presenta para desentrañar uno de los motivos que distinguen al ser humano del resto de los mortales que habitan este planeta.

¿Cómo escribir sobre el arte, sobre la expresión humana de los sentimientos?.  Cómo hablar de algo tan propio, subjetivo y a la vez hermanador, compartido y común. Si nos abarca, nos penetra y nos expande al universo.

Para hacerlo comenzaré citando uno de los momentos más épicos vividos por los argentinos y del cual todos lo recordamos (lo hayamos vivido o no) , un momento único, atravesado por una conjugación de sentimientos y que a su vez tiene un relato poético. Hablo del gol de Diego Armando Maradona a los Ingleses el 22 de Junio de 1986.  Hablo del mejor gol del siglo. Cargado de llanto, de desahogo, de revancha, de nuestros pibes de Malvinas que jamás volverán. Parece irreal, pero muchas cosas están en juego en ese momento para nuestra nación.

El siguiente relato es ejecutado por Victor Hugo Morales y dice así.

“Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para Burruchaga… ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta… Gooooool… Gooooool… ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme… Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos… Barrilete cósmico… ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 – Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona… Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2-Inglaterra 0”.

En este mismo momento en un país que lleva a cuesta la muerte de sus seiscientos cuarenta y nueve soldados por una guerra injusta y descarada encabezada por un gobierno militar cruento al que hay que agregarle treinta mil desaparecidos y los crímenes de lesa humanidad. Un país que se ha auto bombardeado, un país que lleva a sus espaldas años y años de rebelión al sometimiento imperialista aun corriendo por sus venas. En ese contexto Diego Armando Maradona  le tira un piedrazo a Goliath y lo derriba. La gente queda muda frente al televisor y un segundo después las calles se inundan de papelitos, saltamos de las sillas y los sillones , tiramos un sifón de soda en el descuido y agarramos  lo primero que tengamos a mano y lo abrazamos fuerte, lloramos y explotamos de emoción.

¿ No es acaso eso un acto poético en sí mismo?

Para contraponer esta idea voy a ir al mismo hecho y el mismo contexto. 

Por otra emisora radial se encuentra otro hombre relatando   el mismo hecho.

Su nombre es Mauro Viale y lo vivió así.

"Diego, qué partido, eh. Notable lo de Maradona, notable, notable, notable... Se va, se va, se va. Le pega y es gol, le pega, le pega... Goooooooooooolazo de Maradona. El mejor del mundo. Maradona dos. Inglaterra cero. Qué golazo", 

Luego de este relato me imagino que también se festejó, pero si la memoria no me deja traicionarme creo que en el primero explotaron hasta las vidrieras de los cafetines y las casas de electrodomésticos

Lejos de desmerecer el relato de M. Viale quiero, por contraposición nuevamente, que se note la importancia de la poesía en la expresión del ser humano.

El gol de Maradona tiene todo lo que tiene que tener la poesía, por causa y por efecto.

Expresa sentimientos a través de las palabras, ataca a lo más profundo del ser  y desde allí nos lleva a llorar, a reir a ser por un momento los mejores del mundo. Un momento que al día de hoy lleva 37 años y seguimos  contando. 

Cuenta con otra característica que es la universalidad. Victor Hugo Morales es Uruguayo y se desvive en ese grito. Mauro Viale es Argentino. Es inconsciente y es colectivo.

El relato de V. H. Morales cuenta con otro ingrediente más para esta exquisita salsa que es la poesía. Es visceral, espontáneo y en eso gana lo irracional. El Gol no está ensayado, el relato tampoco. Victor Hugo fue dejándose llevar por todo lo que le iba sucediendo mientras Maradona iba desperdigando ingleses  por el campo de juego. Las palabras iban saliendo una a una, como si una a una le fueran dando fuerza a las piernas del Diego y lo invitaran a bailar ese tango maravilloso que fue ese gol y como si las piernas de Maradona le dieran a Victor Hugo la fuerza para sacar de adentro suyo las palabras tan bien merecidas para quien es considerado el mismísimo Dios para muchos argentinos.

Obsérvese un hecho más. Victor Hugo cobra revancha por Maradona cuando utiliza la metáfora “ Barrilete Cósmico” para contestarle  al Director Tecnico Menottí quien se había referido al Diez de la siguiente manera:

“Maradona ha perdido su identidad desde hace tiempo y cada vez va peor (…) Si Maradona deja de vivir como un barrilete, que si voy o no voy, puede ser la figura del Mundial”,

Entonces en las piernas de Maradona y en las palabras de Morales hay una espada que atraviesa las tripas de quienes ponían en sus bocas su nombre de manera injusta. Una Metáfora con gusto a eso, es una metáfora que vale doble, o triple también. Es un cachetazo a la sobriedad, al opinar de los demás. Un cachetazo de fantasía que voltea a la realidad.

Una idea tan antigua como la civilización occidental misma. Una idea parida desde la civilización griega. La poesía como lenguaje de los Dioses. Vealo usted a Diego Armando dando saltos y corriendo a campo traviesa con el balón en los pies y llevando tras de sí toda la historia de un pueblo que tiene depositada en esa zurda, en ese hombre con el diez en la espalda y piense por un momento si no es el cumplimiento de un mandato heroico y eterno. Vealo, Diego esta corriendo hacia la eternidad y las palabras de Victor Hugo cabalgan con él.

Por último pretendí hacer un ejercicio que apele al uso de las nuevas tecnologías y le pedí algo totalmente complejo para ellas. Le pedí que sienta. Que sienta como sentimos nosotros, los argentinos, ese golazo que llevamos tatuados en el tuétano y que creo jamás podremos olvidar.

Le pedí a una Inteligencia artificial que me relate el Gol de Maradona como si fuera una epopeya clásica griega y este fue el resultado.

“En los anales de la gesta deportiva, en el campo de batalla del estadio Azteca, donde las huestes argentinas y británicas se encontraron en un choque de titanes, emergió un momento que trascendiera las eras y alcanzaría la inmortalidad.

En la época del vigésimo siglo, en un mundo donde los mortales aún osaban desafiar a los dioses del balompié, Diego Armando Maradona se erguía como un héroe de leyenda. Con la pelota en sus pies, su espíritu ardiente desafiaba a los mismos vientos del destino, mientras su genio táctico rivalizaba con las estrategias de los dioses olímpicos.

Con la astucia de Prometeo y la gracia de Hermes, Maradona se abrió paso a través de la falange enemiga como un relámpago divino, esquivando las embestidas adversarias con la agilidad de Hermes alado. Cinco defensores se alzaron como gigantes, pero él, con la destreza de un héroe mitológico, sorteó sus embates como Perseo enfrentando a la Gorgona.

El campo de batalla se convirtió en un escenario de epopeya, donde el tiempo mismo pareció detenerse para rendir homenaje a la grandeza de este mortal excepcional. Con un toque magistral, elevó la esfera sagrada sobre la imponente figura del guardián inglés, como el mismísimo Apolo disparando sus flechas doradas hacia las estrellas.

El eco de su hazaña resonó a través de los cielos, mientras las musas del deporte entonaban himnos de gloria en su honor. En ese instante, Maradona se alzó como un coloso entre los hombres, su gesta inscrita en los anales de la eternidad. Así, el gol de Maradona a los ingleses se convirtió en un mito eterno, una epopeya que perduraría a lo largo de los siglos, recordada por los bardos y exaltada por los dioses del Olimpo futbolístico”.

Creo que con este hecho trasciendo una de las barreras más importantes para la humanidad y las tecnologías. Que sientan, que sientan lo que siente un argentino, un uruguayo, un griego de hace 3500 años. Con esto concluyo que la poesía está para eso, para poder contar el mundo de una manera maravillosa, esplendorosa, unica y magnánima.


    Como el gol del Diego a los Ingleses. 


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