Mano a mano de bobos.

Cuanto de cierto hay en eso de ¨ mantener saludable el corazón¨.

Aconsejan mantenerlo activo y cada tanto un sacudon mejora la circulación.

Dichosos aquellos que se disputan un picadito en el potrero de los corazones. Medirse contra otro musculo bombeador, mirarlo a los ventrículos y desafiarlo a un mano a mano.

Y ahí esta uno, ahí va gambeteando los adoquines de las calles viejas, perdiendose entre las sombras, engañando a las farolas, con la luna a nuestras espaldas.

Y el partido empieza y uno de los corazones parece estar a la defensiva, esperando que el otro corazon ataque. O puede que este leyendo el juego del otro corazon y esperando la oportunidad para contraatacar. Porque no es por temor que no ataca, sino mas bien por que sabe que hay mucho en juego. Dos corazones, dos honores y un universo a merced de los musculos bombeadores.

He ahí la belleza de jugar contra otro corazon, mientras nosotros permanecemos replegados cuan tigre entre la maleza para dar el zarpazo, el otro corazon de desnuda y toma la confianza necesaria en el campo como para que nosotros nos tentemos mas y mas. Esperamos el segundo indicado y de contrataque nos vamos al humo. La pelota nos cae a los pies y sabemos que es ahora o nunca, corremos atravesando la cancha, pasamos la mitad , entramos a la puerta del area y solos contra el arquero pateamos de puntin o la clavamos al angulo, que importa , lo mismo da. Nos abrazamos y lo gritamos juntos y señalamos al cielo. Que la vida existe y la vida somos nosotros, nosotros y nuestro cielo , nuestro pasto, nuestros rios, nuestro fuego y que no somos nada sino estamos bien acompañados.

Cuida bien tus corazones